>>>>> Escuchar Online en UrbanaCordoba <<<<<

lunes, 11 de abril de 2011

Mentiras de Patas Cortas y Tacón Aguja




Hombres, mujeres, nos mentimos recíprocamente. Mentir, ¿Es virtud, es defecto, o solo es parte de nuestra condición humana?

Nosotras les mentimos a ellos también. Mentimos y nos quitamos un par de años, mentimos y decimos que venimos del gimnasio (pero estaba cerrado). Mentimos y decimos “me puse lo primero que encontré”, aunque hayamos pasado días recorriendo vidrieras hasta encontrar el vestido más sugerente para usar en LA primera cita. Mentimos y le decimos que nos gusta lo que a él le gusta o que nos interesa lo que nos está contando con tanto entusiasmo, así no tengamos ni idea de lo que dice o no entendamos el chiste.

Mentimos para agradar, para encajar. Para conquistar. Pero también para romper corazones con sutilidad. “Acabo de terminar una relación de años, no estoy preparada para embarcarme en la aventura del amor todavía”; “Te juro que no me acuerdo de nada; tomé tanto esa noche”; “Solo tengo tiempo para mi carrera/hijos”.

¡Qué mentirosas somos! Y lo sabemos, y ellos también lo saben. ¿Será que mentir a veces se convierte en un segundo idioma? Porque decimos que no tenemos crédito para responder sus mensajes, y así durante 3 meses. SIEMPRE “sin crédito”. Y porque tenemos tantos nombres como números telefónicos ("Dale, anotá: 0303456"). Mentimos y entregamos un mensaje oculto tras información falsa: no-me-in-te-re-sa.

En definitiva hay mentiras de muchos matices, desde el más oscuro hasta el blanco más puro. Mentimos para engañar, ocultar, y a veces para no lastimar.
Pero mentir es un arte que hay que saber dominar, y la mujer, cual actriz sobre el escenario, es la ejecutora del mayor engaño de todos los tiempos: ¡el poder de fingir el orgasmo femenino!

Que suban las mujeres del mundo a recibir el Martín Fierro de oro.


No hay comentarios:

Publicar un comentario